miércoles, 4 de julio de 2012

¿Tus ojos te engañan?

Menudo sorpresón me llevé el otro día. Resulta que estaba repasando un caso con Ruedas y me dijo:

- Anizeto, a que no sabes que tus ojos te engañan.
- Anda ya Ruedas -dije yo. Si fuera así, no podría resolver ningún caso.
- Pues sí. Nuestro campo de visión es limitado y cuando lo fuerzas, dejas de ver determinadas cosas -contestó Ruedas.
- ¡Madre mía! Eso es horrible. ¿Quieres decir que, por ejemplo, voy andando por la calle y me estoy perdiendo cosas porque "no caben" en mis ojos.
- Ja, ja, ja. ¡No, hombre! -contestó Ruedas. Lo que ocurre es que los ojos están formados por células que reaccionan a la luz y están unidos al cerebro (que en realidad es el que ve) por el nervio óptico. Este nervio carece de esas células y tiene un punto ciego. Al ver con los dos ojos, no percibimos ese punto ciego, ya que nuestro cerebro nos engaña formando la imagen completa de lo que estamos viendo.
- ¡Ay, ay, ay! Se me están poniendo los pelos de gallina. ¿Cómo es posible?
- Ya ves, Anizeto. Es que nuestro cerebro es mucho más complicado de lo que parece.

Y por si no me lo terminaba de creer, me puso este ejemplo práctico para que lo comprobara. Podéis pinchar en la imagen para que se haga más grande.


Lo que tenéis que hacer es cerrar el ojo izquierdo y mirar fijamente a la cruz con el derecho. Luego acercaos lentamente a la imagen hasta que llegue un momento en que ¡el círculo desaparece!




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